Documental El Montajista Cap. 1, miralo en línea: somos Zona Radios

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Te voy a contar un secreto. Octubre. Con la cuarta subida del pasaje de metro en dos años, llegan las evasiones. Los estudiantes alzaron primero. Escenario desfavorable. Sabemos que vienen grandes demandas ciudadanas. La represión comienza. Damos inicio a la primera etapa del montaje. Actuamos en las estaciones más periféricas para aislar la comunicación. Luego desbloqueamos las cajas de energía y lo coordinamos para que sucedieran simultáneamente. Estoy atrapado en la estación. Se está incendiando la estación. El 90% de la fuerza policial metropolitana cuidaba el metro durante los últimos días de evasión. Eran tantos. Teníamos que sacarlos de ahí. Dejar las estaciones accesibles. Esta es la estación metro Dorsal. La dejaron abierta. Pero, ¿dónde llevamos tantos policías? La respuesta es obvia. Al campo de batalla. Si no hay fuego, lo creamos. Si no hay barricadas, traemos la madera. Esta barricada la gente todavía no llega ni siquiera acá. Llevamos buses fuera de servicio de la hoguera. Los dejamos ahí, con la llave puesta. La micro sin recorrido. Estos micros nunca pasan por aquí. ¡Muevan las micros, están tiradas! El plan está dando resultado. Ahora debemos aumentar el nivel. Estamos en guerra. Estado de emergencia. Toque de queda. Lleno de contingente militar. ¡Están esperando! ¡Maldito! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Oye, en su casa, milicu-culiobo! ¡Oh, no! Tenemos a los militares en la calle y a la gente en sus casas. Solo falta un ingrediente en la ecuación. Los saqueos. Aquí estamos camino al saqueo autorizado de carabineros. ¡Ustedes van a poder entrar! ¡Desocupan todo! Están carabineros, están los militares. Llamaron acá a un mayoritario central. Voy a controlar lo que sacan. Ustedes pueden ver. Dejo que entrara toda la horda. ¿Puedo mañana venir entonces a buscar cosas, no? En la mañana, ya. En la mañana vengo entonces. En la necesidad humana vimos una aliada. Gente con hambre. Otros oportunistas. Les dimos las condiciones e incluso instrucciones para llevarse todo. ¡Departe! ¡Departe! ¡Se van a poner! ¡Aquí hay un señor! ¡Porque se van! ¡Porque se van! Propaganda. El cuarto poder. Nuestra reunión con los canales de televisión abierta fue clave para asentar las bases operativas del montaje. Presentamos las demandas sociales como el origen de la violencia. Nuestros políticos no son tipos queridos por la gente. Aún así, son invitados de forma recurrente para analizar el movimiento social. Necesitamos reforzar la división creada y polarizar la opinión. Deciden tomar una forma de manifestarse totalmente distinta. Tiene que haber orden porque el orden también afecta a la economía. Es hora de legislar, disfrazar nuestras intenciones en forma de leyes, ocupar el pretexto de saqueos y vandalismos para frenar esta protesta. Las últimas leyes antiviolencia nos costaron solo semanas. Gracias al terror instaurado, el país se divide. Nuestra gente pide orden. ¡Ándate tu población de mierda roto! Pero hay algo que no pudimos prever. Son demasiados. Esto se está saliendo de control. ¡Aquí también te falta el nombre! Pese a todo nuestro esfuerzo, nos derrumbamos. Fueron errores visibles. Dejamos cuerpos baleados en supermercados y prendimos fuego para quemar la evidencia y evitar preguntas. Nos descubrieron cuando tratamos de inculpar extranjeros en la quema de los metros. E incluso la incompetencia de algunos organizadores de los saqueos nos llevó a las cámaras de seguridad. Nos despedimos por nuestras oficinas territoriales. Hay muchos años de trabajo en juego. Nos juntamos en un club de yates, los más importantes y poderosos detractores del presidente socialista, altos cargos, oficiales de la marina, un influyente editor de prensa, le dimos inicio al milagro chileno. Un complejo engranaje de acuerdos entre empresarios y políticos con una meta en común. Instaurar el consumo como sistema de vida, privatizar los servicios básicos, la seguridad social, todo. Tener el control total de la sociedad para venderles todo al mejor precio. Apoyados en nuevas leyes, ayudados por los medios. Para lograrlo, creamos el primer montaje. El golpe de estado de 1973.
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El Oasis 2020

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